vida. El hombre rico de la historia de Jesús que hallamos en Lucas 12:16–21 es un ejemplo clásico (ahondaremos en ello más adelante; cf. capítulo 9). Estaba demasiado ocupado enriqueciéndose para pensar en el Cielo o en el Infierno, o en Dios siquiera. Es demasiado fácil andar “por vista” cuando debiéramos andar “por fe” (2 Corintios 5:7). Estamos vivos y sanos, y tenemos una vida que vivir. A pesar de todos sus problemas, este mundo es un buen sitio y lo que ofrece nos parece verdaderamente atractivo.
Page 14